miércoles, 27 de marzo de 2013

VELANDO A UN DESCONOCIDO



Esa luz que recuerda el peso del plomo
o el silencio enturbiado de los sanatorios cuando casi todos duermen
la debilidad de la muerte es su consumación
mientras tanto podría decirse que es una esperanza.


lunes, 25 de marzo de 2013

MICROVARIACIONES DEL INSTANTE COTIDIANO (3)



Gotas de lluvia
sobre asfalto derrotado,
delicado pleonasmo


OFICIO

Se diría que todavía meces los ojos entre los derrumbes. Qué encuentras allí  y no aquí (entre los despistes de la cotidiana angostura ¿simulacros, orlas, recalcitrantes espejismos, tenues nidos repletos de gusanos muertos: (alimento no vayan a pensar. Debe existir una razón para todo éste desvarío. Y se diría que todavía escarbas escarabajo escabroso. Ya no importa si cigarra u hormiga o ave pasajera y lenta de estío. Porqué aún es todavía, siempre. No se puede otra cosa más que esta. Una razón pasajera que cifre en hileras perfectamente paralelas el candor de la luna de marzo o el ardor de unos pechos diminutos y una boca ensimismada. Y lo demás son horas muertas. Salas de espera. fluorescentes desdentados. Camillas vueltas del revés. Sábanas ásperas y asfalto derrotado o quizá seguidillas asonantes.  Siempre hay un escenario. Un ring. Y contendientes, siempre hay púgiles y damiselas semidesnudas que marcan el the end de los capítulos. Recontemos los puntos........ que sumamos hasta ahora. Gusanos muertos, fluorescentes, sanatorios, hileras perfectamente paralelas. Y que más, debe haber algo más. No detenerse, es muy importante no detenerse. Aunque te detengas en éste preciso instante, la trampa, esa es la trampa, ustedes no lo aprecian pero esa es la trampa, detenerse. Embusteros. Embistes. Embudos. Embudos, sí, embudos. Hay que darle cauce al río. Te da lo mismo si es el mismo río siempre o cambia a cada instante, hay que darle cauce. Existen ríos navegables  y los cocodrilos duermen con los ojos abiertos y rojos y brillantes, no vaya a ser que se conviertan en el ocaso de la cadena alimenticia. Eso no, nunca. Nunca alimento, siempre depredando, aunque el colirio, las resacas, incluso aunque los recuerdos escarabajo escabroso. Fuego, ráfagas, explosión. Humo y derrumbes. Mecer los ojos entre los derrumbes. Que así sea.  ¿Para que así siendo. Vanitas vanitatum omnia vanitas. Si nadie nunca. Esternón melodramático. Saturación de gases gastroenteríticos. Explosión. Humo y derrumbes.

sábado, 16 de marzo de 2013

MICROVARIACIONES DEL INSTANTE COTIDIANO (1)


Hay ataúdes que 
sorprendentemente
andan bípedos y vituperan


ES HORA DE IR A PASEAR

- Pero... dime ¿cuales son tus intereses? me refiero a lo que realmente te remueve las entrañas, esa insensata sensación de estremecimiento y ahogo. Me preocupas Javi, así tan sin norte, tan alicaído. Creo que todos hemos nacido con un propósito en ésta vida y que estemos aquí y ahora tú y yo, no es fruto del azar, "alguien" o "algo" ha dispuesto esta conversación, éste espacio. ¿Me sigues?- le dijo ella, cubriéndose los pechos con la sábana y mirándole. Él yacía a su lado, completamente desnudo, con los brazos detrás de la cabeza y con un cigarro en los labios, en ocasiones el humo le molestaba en los ojos y tenía que hacer unas muecas estúpidas.
- Sí, desde luego que te sigo -contestó él mirando al techo- ¿Sabes quién ha dispuesto que estemos tú y yo aquí? El picor de nuestros aparatos reproductores, una cierta indisposición química para encontrar alguien mejor y el hecho de que el piso esté una semana vacío. Por lo demás tengo muchos intereses cariño, tan ávidos y entretenidos como los tuyos: despertarme cada jodida mañana, pasear el asqueroso chucho que ha dejado Carlos por sus importantísimos viajes de negocios, ir a ése animoso curro en la fábrica, tirarme ocho horas escuchando chimpancés antropomórficos y después volver a pasear el puto perro porqué debe salir tres veces al día es uno-más-de-la-familia debe estar contento y respirar un ambiente feliz. Después, con suerte, si todo va según la providencia lo ha dispuesto y tengo algo que llevarme a la boca, ir al baño y apretar. ¿Que te parece? soy un hombre con metas. -Y la miró, ésta vez sí, con ojos desafiantes-.
- Creo que me voy Javi, esto no puede seguir así, será mejor que dejemos de vernos durante un tiempo, - se levantó de la cama ofreciendo su cuerpo terso y desnudo, empezó a vestirse-, debes darte cuenta de cómo estás, si necesitas ayuda dímelo, conozco un par de personas que podrían ayudarte.
- ¿Sabes que creo yo? - dijo él incorporándose violentamente y aplastando el cigarrillo contra el cenicero de la mesita - que por mí te puedes ir a la mierda y no volver más.
- Está bien Javi, lo que tú digas, no tengo ganas de discutir más, ya nos veremos.
Sonó la puerta. Gritó: "maldita puta de los cojones" y dio un golpe a la pared. Cayó el cenicero y se esparció toda la mierda por el suelo. En esos momentos apareció el perro. Él estaba sentado en el borde de la cama con las manos en la cara. El perro se acercó hasta él y empezó a lamerle el dedo meñique del pie derecho.
- ¿¡Quieres ir a pasear eh chucho!? Vamos. - Se empezó a vestir, más tarde recogería las colillas del suelo. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

DISOCIADOS





Siempre es un gusto poder leer a estos cuatro grandes poetas españoles, urbanos y eclécticos. Vivitos y versando.

Disociado como concepto de separase de diferentes realidades poéticas para crear una nueva única voz que viva al margen de corrientes; surgiendo una poética libre e independiente.

DISOCIADOS. Antilogía


El Ángel
Karmelo C. Iribarren
Roger Wolfe
David González 
Selección de poemas y prólogo a cargo de
Gsús Bonilla y José Ángel Barrueco
ISBN: 978-84-939720-6-6
Editorial: Ya lo dijo Casimiro Parker
232 páginas
15 euros



TERCETO NOCTURNO


I

Noche espectral. Los dueños del mundo reposan sus dentaduras.
Sales.
Ni tan siquiera dueño de ti mismo.
Los árboles zarandean las hojas ácratas del otoño.
Seres infames e informes se refugian en los bares o duermen
de espaldas a labios heridos y a vaginas resecas de sueños.
Tú prefieres pasear en la noche sin adjetivo, aguantar su yermo peso
sobre tu orgullo.


II
La noche se desboca, como un río turbio
se encoleriza a tus pies.
Introduces tus rojas manos en su interior.
Rebuscas,
hallas sombras y recuerdos que gritan quién
eres. Identidad voluble en un río monomaníaco.
Ignominia malintencionada del tiempo. Fugacidad. Temor.
Ansiedad.
Por calumniosa costumbre sabes:  
mañana nacerá un nuevo hombre de tu cama.
La serpiente
va dejando sus pieles pudriéndose al sol.



III

Va entrar el día en la habitación
calcinada. Ha sido inútil la sutura negra.
Queda el recuerdo de un placer.
Ardemos de nuevo en palabras incomprensibles
que jamás pronunciaremos.
La noche llega a su fin.

Fragmento de "Primer amor" de Samuel Beckett

Pero lo que a mí más me interesaba, rey sin súbditos, aquello de lo que la disposición de mi osamenta no era sino el más lejano y fútil reflejo, era la supinación cerebral, el adormecimiento de la idea de yo y de la idea de ese pequeño residuo de bagatelas venenosas a las que llaman no-yo, e incluso el mundo, por pereza. Pero a los veinticinco años se le empina todavía, al hombre moderno, también físicamente, de vez en cuando, es el patrimonio de todos, yo mismo no lo podía evitar, si es que a eso se le puede llamar empinarse. Ella lo notó como es natural, las mujeres huelen un falo al aire libre a más de diez kilómetros y se preguntan, ¿Como ha podido verme, éste? Ya no se es uno mismo, en tales condiciones, y es desgraciado no ser uno mismo, todavía más desgraciado que serlo, a pesar de lo que se dice. Porque mientras uno es se puede hacer algo, para serlo menos, pero cuando ya no se es se es cualquier cosa, y ya no hay modo de atenuarse. Eso que llaman el amor es el exilio, con una postal del país de vez en cuando, he aquí mi sentimientos de esta noche. Cuando ella terminó, y mi yo mío, domesticado, se fue reconstruyendo con la ayuda de una breve inconsciencia, me encontré solo.